Volvió a soñar lo mismo que venia soñando hace tiempo, la imagen era clara no como en sus otros sueños, él estaba sentado al borde de un abismo sin razón alguna empezaba a caer precipitosamente, nunca supo si sobreviviria de alguna manera misteriosa porque siempre se levantaba antes de la coalición. Esta vez no fue la excepción, se despertó bruscamente totalmente sudado, en medio de un ataque de pánico porque sufría de vértigo y el sueño se lo había hecho recordar. Como sucedía siempre le trato de buscar un significado la mayoría de las veces lo relacionaba con su miedo a las alturas pero ahora también podía relacionarlo con los últimos sucesos ocurridos.
Miro alrededor de la habitación, la television seguía prendida con otra película paupérrima. No se escuchaba ningún ruido mas que el de su respiración. Tuvo ganas de gritar y llorar al mismo tiempo. Su vida estaba tan oscura como aquella habitación en donde estaba. Hace días que estaba desorganizada como sus sentimientos, la ropa sucia al igual que su alma y los libros apilados tan aburridos como el mismo. Trato de leer uno sin éxito, sintió gracia por la ironía jamas había tenido éxito alguno en el dinero, salud, estudio y amor. El fracaso lo acompañaba desde hace un largo tiempo, el lo sabia llevar hasta era capaz de reírse de si mismo todavía, aunque muchas veces era un recurso para encubrir su infelicidad.
Finalmente se obligo a dormirse de vuelta para poder pensar mas claramente al día siguiente. Cuando despertó esta vez se sorprendió de darse cuenta que estaba llorando, muchas veces lo hacia sin motivo o con otros menos dolorosos. Es que ella no estaba allí, no estuvo nunca y jamas estaría cuando saliera el sol nuevamente. No era culpa de ella tampoco de él, solo del amor que había surgido en él ¿Se había acercado demasiado? ¿Cuando había cruzado el limite que impedía que una amistad se convirtiera en algo mas? Maldijo su suerte en el amor una vez mas. A pesar de lo que muchos le decían que buscara otro amor era simplemente imposible, jamas encontraría alguien tan única, hermosa e inteligente como ella. Para él era algo imaginable que ella buscara un príncipe azul perfecto en todos los sentidos, una cosa que el no podía darle. Esto lo irritaba completa mente el era capaz de darle su vida para que fuera feliz, con eso no alcanzaba aparentemente. Las horas transcurrieron lo que había pasado ya no importaba, su suerte ya había sido echada. Decían que el tiempo curaba el dolor, el espera que suceda. Espera con con paciencia que termine de soñar su caída o aparezca un nuevo sueño que le permita respirar de nuevo.